Al sur del paraíso, donde nadie puede ver. Ahí es donde se esconde todo el placer. Fuera de los ojos de Dios, donde el pecado no significa nada. Me tomaras en tus alas y me dejaras beber del fuego de tu espíritu. Así que ven conmigo Pequeña mía, no tengas miedo, tengo la llave de todo el placer. Todo puede ser una ilusión o una mentira, pero el dolor que te causare será real, el dolor del placer como nunca lo has conocido. Esta es una tierra virgen con muchos caminos por recorrer. Esta es una tierra de maravillas donde todos los caminos conducen al placer. No puede ser pecado, solo deja que el agua corra dentro de ti y nos bañe con su caricia de miel. Vayamos hacia el sur, a recorrer esos caminos que nunca has osado recorrer, a dejar que el polvo cubra nuestros nombres y se olvide aquello que queríamos ser. Donde no pueda ver tus ojos y mis ojos sean tus gritos de placer. Donde dejaremos que nuestra piel sea rasgada prisionera del destino inquebrantable, mi ser hurgando dentro de tu ser, al sur del edén…
Probamos la miel del paraíso, cabalgamos más allá del edén. Ahora nuestras vidas son un infierno imposible de recorrer. Al sur, a la fuente del placer. Donde el pecado no existe y donde mi amor es cruel. En el templo en que muchos quisieran ofrendar su calor y donde no se puede ver. El camino de la desolación y del dolor, puesto que somos escoria, somos los desechos de una vida apagada, así que... ¿Qué miedo podríamos tener? Bañados por las olas de este mar de fuego, matando en estocadas la pasión. Perdiendo al fin el miedo, y abriendo al fin nuestro corazón….
Soy el Emperador de la locura, soy el Arlequín burlón que nunca sabe como reír. Soy el Ángel de alas rotas, que necesita de tu carne para vivir. Soy el Peregrino del tiempo, Embajador de la lujuria. Soy el Camino de la perdición, pregonando el miedo y penetrando profundo en tu dolor….
Soy la Navaja desgarrando tu interior…
Probamos la miel del paraíso, cabalgamos más allá del edén. Ahora nuestras vidas son un infierno imposible de recorrer. Al sur, a la fuente del placer. Donde el pecado no existe y donde mi amor es cruel. En el templo en que muchos quisieran ofrendar su calor y donde no se puede ver. El camino de la desolación y del dolor, puesto que somos escoria, somos los desechos de una vida apagada, así que... ¿Qué miedo podríamos tener? Bañados por las olas de este mar de fuego, matando en estocadas la pasión. Perdiendo al fin el miedo, y abriendo al fin nuestro corazón….
Soy el Emperador de la locura, soy el Arlequín burlón que nunca sabe como reír. Soy el Ángel de alas rotas, que necesita de tu carne para vivir. Soy el Peregrino del tiempo, Embajador de la lujuria. Soy el Camino de la perdición, pregonando el miedo y penetrando profundo en tu dolor….
Soy la Navaja desgarrando tu interior…
1 comentario:
me ha encantado el texto ha sido genial. es muy sensual y provocativo.
besos y saludos¡
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