martes, 26 de junio de 2007

LABERINTOS....


¡Arrástrame!, ¡Húndeme!... Esta es mi carne… esta fría y seca. Hoy el viejo Arlequín que no sabe reír ha encontrado el modo de hacerlo…

…pero su risa no es de alegría.

¡Tómame!, ¡Piérdeme!... Estos son mis ojos… están secos y hastiados, no quieren ver nunca mas. Hoy este Lobo no sabe a donde ir, su aullido es un graznido vació, sin alma. Hueco…

…las lágrimas a veces no te dejan saber donde estas.

Toma mi mano y llévame de paseo hasta donde no quiera regresar. Cierra mis ojos y duérmeme. Deja que el viento nos arrastre en una cadencia suave y deliciosa. Casi como una danza… Dejemos que nuestros cuerpos digan lo que las bocas no saben como decir. Hagamos que el olvido nos enseñe un nuevo lenguaje donde todo aquello que guarda el alma pueda al fin ser liberado. Las palabras no importan. Los caminos se han hecho para conducir a los lugares equivocados. El verdadero camino empieza y termina aquí mismo, dentro de ti, fuera de mí… toma mi mano y muéstrame la fuente de la vida. Muéstrame el camino del dolor… muéstrame lo que soy y deja que lo que tu eres encuentre su morada…

¿Para que hablar cuando las palabras no significan nada? Hoy es momento de rasgar nuestras pieles, de desnudar el instinto y ser libres como nunca lo hemos sido. Es fácil… solo hay que cerrar los ojos y dejar que el viento sea nuestra guía. Hoy quiero perderme y no ser encontrado, quiero salir de mí y entrar en ti. Quiero que la humedad del llanto sea la humedad del mas dulce placer… quiero ser la arena que tapice la playa donde al fin puedas encontrar reposo, ¡arrástrame!, ¡llévame lejos! Muéstrame esas maravillas de las que tanto he escuchado pero que jamás he conocido, muéstrame esos laberintos sagrados de los que me has hablado…. hoy soy un laberinto dentro de un laberinto…